accedir

dijous, 20 d’agost del 2009

Brandada, todo un mundo. II Desarrollo

Anteriormente situábamos la brandada entre algunos de los platos de cocina medieval. Siendo un plato tan emblemático, siempre ha estado sometido a muchas interpretaciones, y por ello es imposible determinar la receta original. En algunos casos, encontramos recetas inspiradas, otras de gran tradición local veneciana, la genuina de Nimes y en conjunto, todas comparten ingredientes, pero en cada caso hay pequeñas variaciones que las hacen distintas. También hay que destacar que en su día, la imaginativa cocina francesa, desarrolló recetas creativas con la base de tan magnífica receta. Con la revolución de la cocina en España, aparecieron cosas interesantes, pero también barroquismos que fallan desde la base, es decir, olvidan la brandada. Y es que para que una brandada pueda ostentar tal nombre, tiene que tener una condición indispensable, que "brande", es decir, que monte, que tenga una textura algo aérea, ni pomada ni gelatina y mucho menos puré.

Esta particularidad nos llevó de cabeza hace más de 25 años, cuando la familia empezó a pensar en vender brandada. Al principio nos desplazamos a Nimes, cuna de la brandada moderna y probamos diferentes restaurantes y también una tienda precursora de la venta de brandada al menor, de Raymond, punto de partida de nuestra investigación.